¿Sabes quién eres?
La respuesta a esta pregunta, que además considero fundamental la encontré en el camino, nació de la frase “Conócete a ti misma”, ahí se desataron miles de pensamientos y análisis que me llevaron a otra pregunta ¿Cómo hago para conocerme?, no encontré respuesta lo único que se me ocurrió fue otra pregunta ¿Quién Soy?, ahí comenzó la aventura que me llevó a la respuesta, lo primero que descubrí es que no tenía claro quién era y, por lo tanto, tampoco sabía que quería, ¡vaya lío!
Nada tiene que ver el nombre, la ocupación, la historia personal, la apariencia física, o cualquier cosa con la cual te identifiques, conocerse así mismo implica sumergirte en el Ser en lugar de perderte en la mente, la clave está en reconocer la importancia que le das al exterior a través de cómo actúas y como reaccionas con las cosas que te suceden y que te irritan o alteran, si las cosas o situaciones insignificantes tienen el poder de molestarte, ¿cómo te defines? ¿En quién te conviertes? Entonces, ¿quién crees que eres? La forma en como reaccionas ante las personas y las situaciones, sobre todo en los momentos difíciles, es el indicador del conocimiento real que tienes de quién eres.
Solemos definirnos por lo que hemos hecho o por el contenido de nuestra historia de vida, todo lo que experimentas, percibes, piensas o sientes, todo eso es contenido, y es en lo que enfocas tu atención, es con lo que te identificas y crees que eres, sin embargo, lo que eres lo define aquello que te permite Ser, es decir tu esencia, misma que habita en el espacio interior de tu consciencia.
Tu esencia es aquello invariable y permanente que te constituye, te caracteriza, te hace único y permanece intacta, es la base profunda que sostiene a cada uno de los personajes que representas, en este orden de ideas regreso al inicio y te pregunto ¿Quién eres?
Cuando comprendí estas cosas, supe que me había perdido, dejé de ser auténtica, perdí la sonrisa, perdí de vista esa chispa positiva que siempre me impulso a salir de las profundidades de mis abismos, me identifiqué con la forma que le di al contenido de mi vida, requería conocerme, reconocerme, reencontrarme, entonces me embarqué en la búsqueda de mí con éxito, porque me encontré, hoy por hoy sé quién soy y también que quiero porque descubrí mi esencia y he decidido mantenerme alerta para mantenerla viva y en acción.
¿Qué vas a hacer hoy por ti?